En 2012, solía presentarme como Diseñadora Instruccional, pero casi nadie entendía realmente qué significaba eso. Así que empecé a decir: “Soy profesional en Educación”. La respuesta inevitable era: “Oh, ¿eres profe?” Explicarlo era complicado. Estudié muchas cosas (más adelante te contaré sobre ello), pero por aquel entonces estaba convencida de que me dedicaba a una de las carreras del futuro. Y resulta que no. Estamos en el futuro y aquella carrera ha evolucionado.

Hoy, después de muchos años, una pandemia global y avances tecnológicos vertiginosos, más personas comprenden de qué se trata… pero lo que era, ya no es. Bueno, más o menos. Aún hoy, la oficina de impuestos me clasifica como Especialista en Marketing Digital porque no existe una categoría oficial para aprendizaje y desarrollo, eLearning o formación digital en el mundo corporativo.

Después de todos estos años de experiencia trabajando con equipos globales en diferentes países e industrias, si tuviera que definirme, diría que soy una apasionada de la educación, el marketing, la neurociencia y la tecnología. Sí, todas esas disciplinas forman parte de lo que hago: diseñar experiencias de aprendizaje que transforman personas y organizaciones. Un poco de esto, un poco de aquello. Un cóctel de competencias donde la creatividad, el pensamiento crítico, las humanidades y la tecnología se entrelazan para generar impacto.

He dedicado mi carrera a la educación. Para mí, aprender es diseñar viajes, experiencias en las que las personas no solo siguen una ruta de contenidos, sino que integran todas las dimensiones de su ser—alma, mente y cuerpo.

El mundo cambia rápido, y las tecnologías y organizaciones también. Por eso, decidí crear este espacio, un reflejo de mi propia exploración para crecer como profesional en este mundo moderno.

Es esta convicción la que me impulsa cada día, ya sea diseñando un programa de eLearning innovador, implementando tecnologías de vanguardia o explorando nuevas formas de hacer que el aprendizaje sea verdaderamente transformador.